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¿Porqué no puedo elegir yo a mi fotógrafo?


El abuso de las exclusivas en las Iglesias 


Ahora que han pasado las fechas de las comuniones, echamos la vista atrás en un intento de analizar todo el trabajo realizado en tan poco tiempo y el esfuerzo, casi sobrehumano, que ha hecho falta para dar lo mejor de nosotros y dejar para el recuerdo todas esas imágenes únicas que nosotros y nuestros hijos recordarán siempre y todos sabréis apreciar en su justa medida.

No somos mucho de reflexiones a la ligera sobre temas relacionados con la fotografía, pero como viene ocurriendo desde hace años, hemos vuelto a asistir perplejos a una práctica de lo más abusiva y que por repetida no puede instaurarse en nuestro entorno como lo normal.

Es un terreno abonado por párrocos, catequistas y fotógrafos que tienen la mala costumbre de ofrecer un modelo de negocio que implica que ellos tienen el derecho sobre las fotos de Comunión de nuestros hijos que se realizan en el altar de la Parroquia. Estas exclusivas son una lacra que se extiende por todo el territorio nacional y que evidentemente es ilegal y no me refiero a la excusa mil veces traída de que “si todos los padres están en el altar de la Iglesia aquello se convierte en un caos”, sino a poder elegir libremente a un profesional independiente y acreditado que fotografiará a nuestros hijos en el altar de su Parroquia con todo el respeto y decoro que la situación requiere sin tener que “tragar” con el fotógrafo que imponga la Parroquia.

Jesús expulsa a los mercaderes del Templo - 1875 - Carl Heinrich Bloch

Esta exclusiva en las Iglesias es una coacción ilegal de tu libertad a la hora de poder escoger a la persona que retratará a tu familia, a tu hijo y a ti. Dicha coacción es, en la mayoría de los casos, indiscutible y no estar de acuerdo con ella significa no poder tener un recuerdo de uno de los días más importantes en la vida de una persona, llegando el propio exclusivista a ofrecerte "packs extras" por tener él el acceso único a la realización de estas fotografías en el altar.

Los curas o párrocos e incluso los catequistas que impiden la entrada de fotógrafos ajenos a la iglesia son una clásica exclusiva, llegando en ocasiones a existir hasta guardias eclesiásticos e incluso siendo los mismos catequistas los que llegan a hacer este papel e impiden el paso a los profesionales pudiendo llegar incluso a agredir a tu fotógrafo si intenta entrar.

Las exclusivas están muy mal vistas por la gente hoy en día y los exclusivistas inventan mil maneras de camuflarlas constantemente. Emplean tácticas disuasorias y juegan al despiste con frases bien construidas y sonrisas de oreja a oreja y que lo único que buscan es darle la vuelta al asunto sin que te des cuenta.


Expulsión de los Mercaderes del Templo - 1620 - Valetin de Boulogne 

Son ya muchos medios sociales los que se vienen haciendo eco de esta lacra que nos afecta a todos y las asociaciones profesionales de fotógrafos apoyan cualquier iniciativa encaminada a hacer valer nuestros derechos en estas situaciones como ocurre en el seno de la Federación de Profesionales de la Imagen (FEPFI) y Unionwep, cuyos textos informativos al respecto han servicio de base para la realización de este artículo.

¿Dejarías que alguien te dijera a quien puedes o no invitar a la Comunión de tu hijo? ¿Que traje comprar? ¿Que restaurante elegir? pues lo mismo ocurre con la elección de quien quieres que retrate uno de los días más importantes de la vida de tus hijos. El imponerte un fotógrafo es un abuso y deberías negarte en redondo.

Recientemente ha sido el propio Papa Francisco el que ha denunciado públicamente las “casas de negocio” en las que se están convirtiendo algunas parroquias y ha reflexionado sobre la necesidad de que sean los propios fieles los que “cuando vean estas cosas tengan al valor de decírselo a la cara al párroco y a los catequistas” insistiendo en el mensaje cristiano de que “hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente”, quién agregó también que es imposible perdonar cuando “la casa de Dios se convierte en una casa de negocios”.


Convento do Carmo -Lisboa - Portugal



Si quieres ampliar información al respecto estas direcciones web te vendrán bien: