Después de tanto estrés en estos meses de Mayo y Junio, ¿quién no se atreve a una escapada y un reencuentro con lugares que teníamos casi olvidados?.
Correr por el parque o por aquel pantalán junto al Guadalquivir. Recargar las pilas, sorprendernos con lo cercano de nuestro entorno y volver la mirada atrás, recapacitar sobre las satisfacciones obtenidas con el trabajo bien hecho y mirar hacia adelante para comprender todo lo que queda por hacer. Una verdadera carrera hacia la gran meta "la felicidad".
Sin toques mágicos o misteriosos, creatividad no es más que inteligencia, una inteligencia en cierta medida cultivable y desarrollable, que en medio de una gran cantidad de información aparentemente desconectada y caótica puede descubrir semejanzas que otros no descubren, ver opciones que otros no ven, establecer conexiones que otros no establecen y consecuentemente, puede producir síntesis nuevas y sorprendentes.
Sin toques mágicos o misteriosos, creatividad no es más que inteligencia, una inteligencia en cierta medida cultivable y desarrollable, que en medio de una gran cantidad de información aparentemente desconectada y caótica puede descubrir semejanzas que otros no descubren, ver opciones que otros no ven, establecer conexiones que otros no establecen y consecuentemente, puede producir síntesis nuevas y sorprendentes.
